Es de noche, oyes correr agua donde no debería y de repente el baño empieza a inundarse. En ese momento la pregunta es clara: ¿llamo ya a un fontanero urgente en Barcelona o puedo esperar al día siguiente para ahorrar un poco?
La respuesta depende mucho del tipo de avería y de los riesgos que haya para tu vivienda, tus vecinos y tu instalación.

Averías que son claramente urgentes
Hay situaciones en las que no conviene perder ni un minuto:
- Rotura de una tubería con salida continua de agua que no puedes controlar.
- Inundación en baño, cocina o galería que amenaza con filtrarse al piso de abajo.
- Fugas en la llave de paso general que impiden cortar el agua de la vivienda.
- Atascos graves en desagües con retorno de aguas sucias al inodoro, ducha o fregadero.
En todos estos casos lo primero es intentar cerrar las llaves de corte y, acto seguido, llamar a un fontanero urgente en Barcelona que pueda acudir cuanto antes.
Averías que pueden esperar unas horas
Otras incidencias son molestas, pero no tan críticas:
- Un grifo que gotea pero se puede cerrar.
- Cisterna que pierde agua pero no provoca desbordamiento.
- Desagüe que traga lento pero sigue funcionando.
En estos casos, salvo que el ruido o la molestia sean muy grandes, puedes programar la visita para el día siguiente y evitar el recargo de un servicio nocturno o festivo.
Riesgos de dejar pasar una avería
A veces cuesta decidirse porque no sabemos qué puede pasar si dejamos la reparación para más adelante. Ten en cuenta que:
- Una pequeña fuga puede convertirse en una gran mancha de humedad en paredes y techos.
- El agua estancada favorece la aparición de moho y malos olores.
- Si el problema afecta a zonas comunes, la comunidad de vecinos puede exigir que se repare cuanto antes.
Por eso, si tienes dudas, es mejor hablar con un profesional, explicarle el caso y dejar que te aconseje si es urgente o no.
Confía en un fontanero de Barcelona que te asesore
Un buen fontanero Barcelona no solo repara tuberías: también te ayuda a decidir qué nivel de urgencia tiene tu avería. Puedes enviarle fotos o vídeos por mensaje para que vea el alcance del problema y, a partir de ahí, acordar si hace falta intervención inmediata o se puede programar en horario normal.
Así podrás estar tranquilo sabiendo que estás tomando la decisión correcta, cuidando tu vivienda, tu bolsillo y la relación con tus vecinos.